lunes, noviembre 14, 2005

 


LA LEY Y LA TRAMPA
Por Exequiel Colombo

Pese a los sólidos triunfos de Gimnasia y Boca, las conjeturas, dudas e incertidumbres que sembraron parte del periodismo y hasta los mismos protagonistas sobre si River y Estudiantes se dejaron vencer, pusieron en duda la transparencia en la definición de los campeonatos en Argentina.

Porque otra vez, técnicos, jugadores y dirigentes, salieron al cruce de declaraciones para marcar irregularidades, falta de profesionalismo y lo peor de todo, ingresaron al terreno pasional e inexplicable de sus hinchas. El objetivo de ensuciar el camino de consagración para Triperos y Xeneizes, se cumplió. No en los 90 minutos, porque hubo clara superioridad futbolística de ambos equipos en los dos encuentros. Pero sí en el juego de palabras, que lastiman la esencia del fútbol de nuestro país.

El caso límite en similitud con lo que ocurrió el domingo se dio en 1993, cuando Colón no logró el ascenso directo a Primera porque su archirrival, Unión, perdió ante Banfield bajo amenaza de muerte por parte de la barra brava tatengue para con sus futbolistas. En ese momento, la AFA, ni siquiera atinó a reunir a los propios protagonistas para denunciar el hecho y posteriormente anular el partido.

Después de 12 años, la actitud del presidente Julio Grondona, de hacer oído sordo a la realidad sigue siendo la misma. Como hombre encargado de dirigir los destinos del fútbol argentino, es esta ocasión, Grondona tendría que haberse reunido con los presidentes de los clubes involucrados para poner paños fríos a una situación que se repite Torneo a Torneo, sancionar a los jugadores que durante la semana y después de los partidos, alimentan la polémica e incitan el fuego que propagan los hinchas. Para que una de vez por todas, el campeonato pueda tomar su curso normal.

Pero no. La ley de la selva y el gran circo se insertaron nuevamente en el mundo futbolistico. Y las próximas dos semanas será peor. Los términos "soborno" e "incentivación", estarán nuevamente en escena. Porque así el fútbol argentino se educó y seguirá involucionado.

El oportunismo de Gimnasia para abrir un partido difícil en el Monumental no vende. Como así también la continuidad de Lucas Lobos o la confirmación goleadora de Gonzalo Vargas. Ni hablar de que hubiese pasado si se convalidaba el cabezazo de Talamonti sobre Navarro Montoya. Lo conveniente para el ambiente negro del fútbol es crucificar a Gallardo porque insultó a Furchi y dejó con un jugador menos a su equipo.
Tampoco se centralizó en la insistencia de Pablo Ledesma para tener su oportunidad en Boca y su aporte en la red para abrir temprano el triunfo en La Plata. El foco estuvo en las declaraciones de Agustín Alayes, quien dudó de la condición moral de los jugadores de River.

Mientras la Asociación del Fútbol Argentino siga permitiendo semejante manoseo en las definiciones de campeonato, con sospechas, falta de lealtad de todos los hombres que componen el mundo de la redonda y no cumpla con su rol jerárquico, el campeón tendrá esa mancha mentirosa que nunca podrá quitarse.

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?